ALTAS TEMPERATURAS Y BAJAS HUMEDADES EN EL INVERNADERO
El invernadero, como su propio nombre indica, está diseñado para subir la temperatura.
Este efecto, que en gran parte del año supone una ventaja, se convierte en un inconveniente en las épocas donde la radiación es más importante (primavera y verano). Además la alta temperatura suele venir aparejada con bajas humedades. Ambas variables son muy importantes para el desarrollo vegetal, ya que afectan de forma importante a la fisiología de la planta.
- La alta temperatura provoca parada o ralentización de la fotosíntesis y respiración, las dos reacciones más importantes en la planta, ya que sin ellas la planta no crece.
- La baja humedad, provoca altas tasas transpirativas que acaban provocando el cierre estomático y por ende la parada de la fotosíntesis y respiración.
- Las bajas humedades provocan también fisiopatías: algunas muy conocidas, como «la peseta» (Blossom end rot), quemadura de hojas y otras muchas.
El ciclo de cultivo en los invernaderos almerienses empieza en verano, lo que supone que plantas pequeñas, más débiles y sin capacidad de subir la humedad ambiental por su propia transpiración, necesitan sistemas que aporten humedad al invernadero.
Esto se consigue evaporando agua: El agua al evaporarse baja la temperatura y sube la humedad. Para evaporar agua se utilizan los nebulizadores, que son dispositivos que expulsan agua con un pequeño tamaño de gota lo que facilita que el agua se evapore sin mojar la planta. También pueden utilizarse microaspersores, que expulsan gotas de agua de mayor tamaño. En este caso, es muy importante que se coloquen de forma que no mojen la planta.
En Naandan Jain Ibérica contanmos con un equipo técnico especializado en esas aplicaciones y con una amplia gama de nebulizadores y microaspersores que se pueden adaptar a las necesidades de cualquier cultivo.
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